Seguidores

domingo, 28 de abril de 2019

Las Crisis


Tenemos la ilusión de que podemos controlar la vida. En consecuencia, ordenamos nuestros días mediante una serie de hábitos y costumbres, suponiendo que todo se mantendrá igual mientras así lo deseemos. Cuando sobreviene algún acontecimiento imprevisto, el equilibrio que supimos conseguir se pierde, requiriendo modificaciones: estamos en crisis.

Existen dos tipos de crisis. Las crisis evolutivas son aquellas por las que todos pasamos. Son las transiciones esperables: el nacimiento, la pubertad, el ingreso en la mediana edad o la vejez. Por el contrario, las crisis circunstanciales son súbitas e inesperadas: una enfermedad, el divorcio, el fracaso de algún proyecto, la pérdida del trabajo o de un ser querido; éstas nos obligan a tomar conciencia de que el ego y nuestra voluntad consciente no rigen al mundo.

Cuando el orden que supimos conseguir se colapsa, la pérdida de control nos resulta intolerable – nos puede embargar una intensa angustia e incluso, en algunos casos extremos, la sensación de que la vida ya no tiene sentido. Aquí aparece la noción de la crisis como peligro y/o como oportunidad.

Cuando el ego se identifica exclusivamente con la persona o máscara, cuando se centra en conformar las expectativas externas, cuando existe demasiado apego y/o estancamiento, la sombra siempre encuentra la forma de restablecer el equilibrio, generalmente por medio de algún acontecimiento indeseado a nivel consciente. En ese momento, el ego puede aferrarse más intensamente aún a lo conocido, lo previo – no resulta sencillo renunciar a estos aspectos y abrirnos a lo nuevo.

Hay personas que no pueden ver lo que ocurre como un producto o manifestación de su propia estructura – caen en el martirologio, o en el rol de víctima, buscando culpar a alguien – su pareja, sus hijos, la sociedad corrupta en que vive, su mala suerte, Dios – perdiendo así la posibilidad de transformación.

Muchas veces pasamos por una situación que nos parece terrible y luego descubrimos la transformación que nos permitió u obligó a realizar ese evento.

Las decepciones y desilusiones de la vida son las que nos conducen a nuevos recursos y a una mayor profundidad y sabiduría.El dolor nos vuelve más conscientes, nos hace renunciar a la ilusión de control, nos lleva a dejar actitudes ingenuas e inmaduras y nos intima a re-evaluar nuestra vida y nuestras suposiciones acerca de la misma.

Los límites de nuesgtra visión personal - Arthur Schopenhauer

“Every man takes the limits of his own field of vision for the limits of the world.”

"Toda persona cree que los límites de su visión personal son los límites del mundo."

Tengo dos páginas nuevas en Facebook

Para quienes les interese la psicoterapia en inglés:

Private Practice

Bilingual Psychotherapy.

Cómo tu mente alucina tu realidad consciente

Muy interesante, hay subtítulos en español.

https://www.ted.com/talks/anil_seth_how_your_brain_hallucinates_your_conscious_reality?utm_campaign=tedspread&utm_medium=referral&utm_source=tedcomshare