EL SENTIDO DE LAS CRISIS
Tenemos la ilusión de que podemos controlar la vida. En consecuencia, ordenamos nuestros días mediante una serie de hábitos y costumbres, suponiendo que todo se mantendrá igual mientras así lo deseemos. Cuando sobreviene algún acontecimiento imprevisto, el equilibrio que supimos conseguir se pierde, requiriendo modificaciones: estamos en crisis.
Existen dos tipos de crisis. Las crisis evolutivas son aquellas por las que todos pasamos. Son las transiciones esperables: el nacimiento, la pubertad, el ingreso en la mediana edad o la vejez. Por el contrario, las crisis circunstanciales son súbitas e inesperadas: una enfermedad, el divorcio, el fracaso de algún proyecto, la pérdida del trabajo o de un ser querido, una pandemia como la que estamos tansitando... Estas nos obligan a tomar conciencia de que el ego y nuestra voluntad consciente no rigen al mundo.
Cuando el orden que supimos conseguir se colapsa, la pérdida de control nos resulta intolerable – nos puede embargar una intensa angustia e incluso, en algunos casos extremos, la sensación de que la vida ya no tiene sentido. Aquí aparece la noción de la crisis como peligro y/o como oportunidad.
Cuando el ego se identifica exclusivamente con la persona o máscara, cuando se centra en conformar las expectativas externas, cuando existe demasiado apego y/o estancamiento, la sombra siempre encuentra la forma de restablecer el equilibrio, generalmente por medio de algún acontecimiento indeseado a nivel consciente. En ese momento, el ego puede aferrarse más intensamente aún a lo conocido, lo previo – no resulta sencillo renunciar a estos aspectos y abrirnos a lo nuevo.
Hay personas que no pueden ver lo que ocurre como un producto o manifestación de su propia estructura – caen en el martirologio, o en el rol de víctima, buscando culpar a alguien – su pareja, sus hijos, la sociedad corrupta en que vive, su mala suerte, Dios – perdiendo así la posibilidad de transformación.
Muchas veces pasamos por una situación que nos parece terrible y luego descubrimos la transformación que nos permitió u obligó a realizar ese evento.
Las decepciones y desilusiones de la vida son las que nos conducen a nuevos recursos y a una mayor profundidad y sabiduría.
El dolor nos vuelve más conscientes, nos hace renunciar a la ilusión de control, nos lleva a dejar actitudes ingenuas e inmaduras y nos intima a re-evaluar nuestra vida y nuestras suposiciones acerca de la misma.
miércoles, 22 de julio de 2020
domingo, 12 de julio de 2020
Spanish translation summary at the end...Traducción resumida al final.
Joseph Campbell often told a story that he recounts near the end of his book, Myths of Light. In the fable, a baby tiger’s mother is killed while hunting goats. The young tiger is raised by the goats his mother was hunting, and he never realized that he was different from his bleating peers. Eventually, the child meets an adult tiger who makes numerous attempts to show the little one what he really is. He shows the tiny tiger his reflection in a quiet pond and explains that he’s a tiger, not a goat. Finally, the elder tiger shoves the flesh of a gazelle at the younger, who after initially claiming to be a vegetarian, gags on the meat as he swallows it.
Campbell tells us that the young tiger begins to feel a buzz inside him — something he had never felt before. All of the sudden, without even knowing it, the child lets loose with something that is not quite a roar, but enough so that the older tiger, who knew roars, recognized it as a possibility. (Myths of Light, 138-140)
Our initial inclination with the story is to examine ourselves in terms of the baby tiger. We might consider our own awakening. We might recount the gagging we experienced when we first tasted the food that was right for us. While this story holds a number of lenses that we can benefit from, perhaps one of the more underappreciated aspects of the tale is the persistence of the elder tiger. Putting ourselves in that character’s noble position is a bit harder to romanticize.
Being the elder tiger in the story requires patience, maturity, and the ability to see something in someone else that they may not see in themselves. It requires being willing to watch the younger tiger choke on the food that you know to be delicious, and then preparing a second course. Being the elder tiger requires vision. It requires humility. It requires an advanced death of the ego that many of us never achieve. The younger tiger experiences the excitement of transformation and often gets all the publicity and acclaim. The elder tiger must watch from behind with a smile, recognizing their role that was played in the transformation, even when no one else is aware.
Netflix had a hit series a few months ago called Tiger King. It centered on a gargantuan battle of egos. The natural swagger of the animals featured throughout the series seemed to reflect the hubris of the human characters in the story. It’s no coincidence that the animals present in Campbell’s story are tigers, either. The insights required to unpack the ego-related issues in the symbolism of the tiger give the narrative rich layers. While often awarded the title of “king” in various corners of culture, lions live together in prides, whereas tigers prefer to be alone. An investment in someone else becomes an even greater challenge for the symbolically solitary tiger. It requires a greater deflation of the ego — something the characters in Tiger King never seem to fully grasp.
All of us can point to elder tigers that have been formative in our lives. They are those who offered well-timed words of wisdom. They are those who introduced us to new food, food which we might have initially rejected, but later came to love. They are those who helped us see who we really were and returned to remind us when we began to lose sight of it. One of the unintended ironies of Campbell telling this story, of course, is that he has served as the elder tiger for so many. Scores of seekers have come to understand who they are a result of his words.
I never got the opportunity to meet Joseph Campbell in person, though he has influenced me greatly. I have been fortunate enough to meet people who knew him, and who have dedicated themselves to seeing his work sustained. One of those men has invested in me over the past year. He has been that elder tiger — a Tiger King of sorts — more interested in my maturation than his own ego. He has seen things in me that I was unable to see in myself, and I am forever grateful. He knows who he is, and I am confident he will read this. I’ve tried to take every opportunity I can to let him know about my appreciation of his investment because we live in a world where people tend to hear plenty about what others dislike about them and far too little about what they do. It’s crucial that we honor our elder tigers, and that eventually we, too, take the time to guide younger cubs that we encounter to that quiet lake and invite them to see who they really are.
Yours,
John Bucher
Traducción resumida:
Joseph Campbell a menudo contaba una historia que relata cerca del final de su libro, Mitos de la luz. En la fábula, la madre de un bebé tigre es asesinada mientras cazaba cabras. El tigre joven es criado por las cabras que su madre estaba cazando, y nunca se dio cuenta de que era diferente de sus compañeros. Finalmente, el niño se encuentra con un tigre adulto que realiza múltiples intentos de mostrarle al pequeño lo que realmente es. Le muestra al pequeño tigre su reflejo en un estanque tranquilo y le explica que es un tigre, no una cabra. Finalmente, el tigre mayor empuja la carne de una gacela al más joven, Campbell nos dice que el joven tigre comienza a sentir un zumbido dentro de él, algo que nunca antes había sentido. De repente, sin siquiera saberlo, el pequeño emite un rugido suave.
Nuestra inclinación inicial con la historia es examinarnos en términos del bebé tigre. Podríamos considerar nuestro propio despertar. Uno de los aspectos menos apreciados de la historia es la persistencia del tigre mayor. Ser el tigre mayor en la historia requiere paciencia, madurez y la capacidad de ver algo en otra persona que tal vez no vean en sí mismos. Ser el tigre mayor requiere visión. Requiere humildad. Requiere una trascendencia avanzada del ego que muchos de nosotros nunca logramos. El tigre más joven experimenta la emoción de la transformación y, a menudo, recibe toda la publicidad y elogios. El tigre mayor debe mirar desde atrás con una sonrisa, reconocer el papel que desempeñó en la transformación, incluso cuando nadie más lo sabe.
Netflix tuvo una exitosa serie hace unos meses llamada Tiger King. Se centró en una gigantesca batalla de egos. La arrogancia natural de los animales simbolizó a lo largo de la serie la arrogancia de los personajes humanos a lo largo de la historia. No es casualidad que los animales presentes en la historia de Campbell sean tigres. S i bien a menudo se les otorga el título de "rey", los leones viven juntos, mientras que los tigres prefieren estar solos. Una inversión en otra persona se convierte en un desafío aún mayor para el tigre simbólicamente solitario. Requiere una mayor deflación del ego.
Todos podemos señalar tigres mayores que han sido formativos en nuestras vidas. Son aquellos que ofrecieron palabras de sabiduría oportunas. Son aquellos que nos ofrecen nueva comida, comida que podríamos haber rechazado inicialmente, pero que luego nos encantó. Son los que nos ayudan a ver quiénes somos realmente y ayudarnos para recordarlo cuando comenzamos a perderlo de vista. Campbell ha servido como tigre mayor para muchos. Decenas de buscadores han llegado a comprender quiénes son como resultado de sus palabras. Nunca tuve la oportunidad de conocer a Joseph Campbell en persona, aunque él me ha influenciado mucho.
Uno de sus discípulos ha sido para mí ese tigre anciano, más interesado en mi maduración que en su propio ego. Él ha visto cosas en mí que no pude ver en mí mismo, y estoy eternamente agradecido. He tratado de aprovechar cada oportunidad posible para expresarle mi aprecio por su inversión porque vivimos en un mundo donde la gente tiene que escuchar mucho sobre lo que a otros no les gusta de ellos y muy poco sobre lo que valoran. Es crucial que honremos a nuestros tigres mayores, y eventualmente nosotros también nos tomemos el tiempo de guiar a los cachorros más jóvenes que encontramos para invitarlos a ver quiénes son realmente.
John Bucher. John Bucher es un reconocido estratega, comunicador y mitólogo cultural con sede en Hollywood, California. Disruptor lo nombró uno de los 25 principales influencers en Realidad Virtual en 2018. Es autor de seis libros.
Joseph Campbell often told a story that he recounts near the end of his book, Myths of Light. In the fable, a baby tiger’s mother is killed while hunting goats. The young tiger is raised by the goats his mother was hunting, and he never realized that he was different from his bleating peers. Eventually, the child meets an adult tiger who makes numerous attempts to show the little one what he really is. He shows the tiny tiger his reflection in a quiet pond and explains that he’s a tiger, not a goat. Finally, the elder tiger shoves the flesh of a gazelle at the younger, who after initially claiming to be a vegetarian, gags on the meat as he swallows it.
Campbell tells us that the young tiger begins to feel a buzz inside him — something he had never felt before. All of the sudden, without even knowing it, the child lets loose with something that is not quite a roar, but enough so that the older tiger, who knew roars, recognized it as a possibility. (Myths of Light, 138-140)
Our initial inclination with the story is to examine ourselves in terms of the baby tiger. We might consider our own awakening. We might recount the gagging we experienced when we first tasted the food that was right for us. While this story holds a number of lenses that we can benefit from, perhaps one of the more underappreciated aspects of the tale is the persistence of the elder tiger. Putting ourselves in that character’s noble position is a bit harder to romanticize.
Being the elder tiger in the story requires patience, maturity, and the ability to see something in someone else that they may not see in themselves. It requires being willing to watch the younger tiger choke on the food that you know to be delicious, and then preparing a second course. Being the elder tiger requires vision. It requires humility. It requires an advanced death of the ego that many of us never achieve. The younger tiger experiences the excitement of transformation and often gets all the publicity and acclaim. The elder tiger must watch from behind with a smile, recognizing their role that was played in the transformation, even when no one else is aware.
Netflix had a hit series a few months ago called Tiger King. It centered on a gargantuan battle of egos. The natural swagger of the animals featured throughout the series seemed to reflect the hubris of the human characters in the story. It’s no coincidence that the animals present in Campbell’s story are tigers, either. The insights required to unpack the ego-related issues in the symbolism of the tiger give the narrative rich layers. While often awarded the title of “king” in various corners of culture, lions live together in prides, whereas tigers prefer to be alone. An investment in someone else becomes an even greater challenge for the symbolically solitary tiger. It requires a greater deflation of the ego — something the characters in Tiger King never seem to fully grasp.
All of us can point to elder tigers that have been formative in our lives. They are those who offered well-timed words of wisdom. They are those who introduced us to new food, food which we might have initially rejected, but later came to love. They are those who helped us see who we really were and returned to remind us when we began to lose sight of it. One of the unintended ironies of Campbell telling this story, of course, is that he has served as the elder tiger for so many. Scores of seekers have come to understand who they are a result of his words.
I never got the opportunity to meet Joseph Campbell in person, though he has influenced me greatly. I have been fortunate enough to meet people who knew him, and who have dedicated themselves to seeing his work sustained. One of those men has invested in me over the past year. He has been that elder tiger — a Tiger King of sorts — more interested in my maturation than his own ego. He has seen things in me that I was unable to see in myself, and I am forever grateful. He knows who he is, and I am confident he will read this. I’ve tried to take every opportunity I can to let him know about my appreciation of his investment because we live in a world where people tend to hear plenty about what others dislike about them and far too little about what they do. It’s crucial that we honor our elder tigers, and that eventually we, too, take the time to guide younger cubs that we encounter to that quiet lake and invite them to see who they really are.
Yours,
John Bucher
Traducción resumida:
Joseph Campbell a menudo contaba una historia que relata cerca del final de su libro, Mitos de la luz. En la fábula, la madre de un bebé tigre es asesinada mientras cazaba cabras. El tigre joven es criado por las cabras que su madre estaba cazando, y nunca se dio cuenta de que era diferente de sus compañeros. Finalmente, el niño se encuentra con un tigre adulto que realiza múltiples intentos de mostrarle al pequeño lo que realmente es. Le muestra al pequeño tigre su reflejo en un estanque tranquilo y le explica que es un tigre, no una cabra. Finalmente, el tigre mayor empuja la carne de una gacela al más joven, Campbell nos dice que el joven tigre comienza a sentir un zumbido dentro de él, algo que nunca antes había sentido. De repente, sin siquiera saberlo, el pequeño emite un rugido suave.
Nuestra inclinación inicial con la historia es examinarnos en términos del bebé tigre. Podríamos considerar nuestro propio despertar. Uno de los aspectos menos apreciados de la historia es la persistencia del tigre mayor. Ser el tigre mayor en la historia requiere paciencia, madurez y la capacidad de ver algo en otra persona que tal vez no vean en sí mismos. Ser el tigre mayor requiere visión. Requiere humildad. Requiere una trascendencia avanzada del ego que muchos de nosotros nunca logramos. El tigre más joven experimenta la emoción de la transformación y, a menudo, recibe toda la publicidad y elogios. El tigre mayor debe mirar desde atrás con una sonrisa, reconocer el papel que desempeñó en la transformación, incluso cuando nadie más lo sabe.
Netflix tuvo una exitosa serie hace unos meses llamada Tiger King. Se centró en una gigantesca batalla de egos. La arrogancia natural de los animales simbolizó a lo largo de la serie la arrogancia de los personajes humanos a lo largo de la historia. No es casualidad que los animales presentes en la historia de Campbell sean tigres. S i bien a menudo se les otorga el título de "rey", los leones viven juntos, mientras que los tigres prefieren estar solos. Una inversión en otra persona se convierte en un desafío aún mayor para el tigre simbólicamente solitario. Requiere una mayor deflación del ego.
Todos podemos señalar tigres mayores que han sido formativos en nuestras vidas. Son aquellos que ofrecieron palabras de sabiduría oportunas. Son aquellos que nos ofrecen nueva comida, comida que podríamos haber rechazado inicialmente, pero que luego nos encantó. Son los que nos ayudan a ver quiénes somos realmente y ayudarnos para recordarlo cuando comenzamos a perderlo de vista. Campbell ha servido como tigre mayor para muchos. Decenas de buscadores han llegado a comprender quiénes son como resultado de sus palabras. Nunca tuve la oportunidad de conocer a Joseph Campbell en persona, aunque él me ha influenciado mucho.
Uno de sus discípulos ha sido para mí ese tigre anciano, más interesado en mi maduración que en su propio ego. Él ha visto cosas en mí que no pude ver en mí mismo, y estoy eternamente agradecido. He tratado de aprovechar cada oportunidad posible para expresarle mi aprecio por su inversión porque vivimos en un mundo donde la gente tiene que escuchar mucho sobre lo que a otros no les gusta de ellos y muy poco sobre lo que valoran. Es crucial que honremos a nuestros tigres mayores, y eventualmente nosotros también nos tomemos el tiempo de guiar a los cachorros más jóvenes que encontramos para invitarlos a ver quiénes son realmente.
John Bucher. John Bucher es un reconocido estratega, comunicador y mitólogo cultural con sede en Hollywood, California. Disruptor lo nombró uno de los 25 principales influencers en Realidad Virtual en 2018. Es autor de seis libros.
miércoles, 1 de julio de 2020
Cita de Sheri Eckert
SÉ ÉST@: Sé ést@. La/él que perdona cuando se ha cometido una ofensa. La/él que ama cuando nadie más lo hace. Él/la que le brinda compasión a quienes son agresiv@s. Sé la/él que puede ver más allá del insulto, para ver en su lugar el dolor que lo motivó, él/la que irradia luz sobre quienes están en medio de una gran oscuridad. Porque el impacto de ser ést@ se extiende a lo ancho y a lo lejos. Trae sanación a los heridos, júbilo a los tristes, y esperanza a quienes desesperan.
SÉ ÉST@: Sé ést@. La/él que perdona cuando se ha cometido una ofensa. La/él que ama cuando nadie más lo hace. Él/la que le brinda compasión a quienes son agresiv@s. Sé la/él que puede ver más allá del insulto, para ver en su lugar el dolor que lo motivó, él/la que irradia luz sobre quienes están en medio de una gran oscuridad. Porque el impacto de ser ést@ se extiende a lo ancho y a lo lejos. Trae sanación a los heridos, júbilo a los tristes, y esperanza a quienes desesperan.
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