La sombra comienza a formarse en la infancia con la represión de las cualidades criticadas y rechazadas por nuestros padres. Este proceso, que continúa luego con otras figuras significativas, contribuye al desarrollo de la máscara, compuesta por todos los rasgos que empleamos para obtener el amor y la aprobación de los demás. Si bien la máscara es necesaria y útil a fin de funcionar adecuadamente en una serie de situaciones, el esfuerzo por proyectar la imagen deseada no es inocuo: no podemos acceder a nuestro ser esencial si quedamos excesivamente apegados a nuestro ser inauténtico.
La sombra se manifiesta especialmente en nuestros vínculos, que constituyen la base, los cimientos de nuestra vida. Sin embargo, pese a su importancia, las relaciones suelen ser un área conflictiva para muchas personas. A partir de nuestras experiencias infantiles, hemos desarrollado una variedad de estrategias para evitar el dolor. Si bien su función es protegernos, nuestros patrones defensivos recurrentes a menudo nos dejan solos y aislados.
Uno de los propósitos de las relaciones – en particular, la relación de pareja - es la expansión de nuestra conciencia y de nuestro corazón. Por esta causa, las relaciones tienden a reactivar los conflictos y las heridas irresueltas: para que logremos sanarlas y trascenderlas. De este modo, nos enfrentan con la necesidad y el desafío de realizar un trabajo de apertura y crecimiento personal.
Una buena relación no es un regalo, sino un logro.
En este taller se emplearán diferentes técnicas a fin de expandir nuestra capacidad para vincularnos: la exploración de patrones y experiencias vinculares recurrentes, la interpretación de sueños, la visualización e imaginación activa, y diferentes tipos de meditación.
Fecha: Sábado 23 de octubre, de 10:00 a 18:00 horas.
Inscripción hasta el 15 de octubre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario